A la hora de realizar un estudio de mercado y un plan de marketing y comunicación, uno de los pilares fundamentales es saber y conocer cuál es el público objetivo de nuestra empresa. Quién va a ser el comprador de nuestros productos y/o servicios y qué costumbres, gustos, conocimientos tiene, de dónde es, qué edad tiene… Datos con los que no solo adaptaremos nuestra empresa sino la forma en la que nos comunicamos con ellos, por ello establecer una segmentación de clientes es prioritario para adaptar cada mensaje.
La segmentación de clientes consiste en dividir en diferentes grupos personas homogéneas entre sí mismos. De esta forma, las empresas podrán dirigirse a cada grupo de una forma diferente y personalizada.
¿No es cierto que no tratas de la misma forma a tus amigos que a tus familiares más cercanos? Lo mismo ocurre con las empresas y sus clientes. Cada cliente, o grupo de clientes tiene unas necesidades, unas características específicas, una forma de comunicarse concreta… Conocer los pequeños detalles podrá hacer que un mero curioso se convierta en un cliente fiel y recurrente.
Se siguen varios criterios a la hora de establecer la segmentación de clientes. Se puede dividir a nuestro público por datos demográficos como la edad, por datos de ubicación según donde residan ya sea por países, o ciudades, por datos psicológicos como pueden ser el estilo de vida que lleven o la opinión sobre diversos temas, sin olvidar el comportamiento relacionado con las necesidades específicas. Cada uno de estos criterios se puede dividir en una gran cantidad de subgrupos dependiendo de lo que cada empresa necesite pero no debemos olvidar que el exceso de segmentación puede ser contraproducente y que malgastemos demasiados esfuerzos en personalizar cada mensaje de forma innecesaria.
Con la segmentación de clientes podemos conseguir grandes ventajas.
Reducir costes. Ahorrarás tiempo y dinero en solventar problemas y automatizarás tus mensajes y tendrás la solución ante las dificultades antes de que aparezcan y tendrás la seguridad de que funcionarán.
Optimizarás el tiempo. Tendrás la línea de trabajo clara y sabrás que tienes que hacer en cualquier momento y ante cualquier situación con lo que no gastarás tiempo en buscar soluciones que quizá no funcionen.
Conseguirás nuevos nichos de clientes. Al conocer perfectamente al público podrás explorar nuevos mercados en los que incluir tus productos adaptando tu empresa y mensaje a lo que puedan necesitar de ti.
Obtendrás más clientes más fieles. Al personalizar tus mensajes a cada cliente, estos se sentirán atendidos, escuchados y tenidos en cuenta con lo que se creará una relación entre ambos que hará que te tengan como su marca de referencia y no buscarán lo que ya tienen en la competencia.
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